domingo, 27 de abril de 2014

La Mente Enjambre se disgrega [CIERRE DEL BLOG]


 Todo lo bueno sucedía cuando éramos felices y en parte es bastante lógico. Resulta que lo bueno se acaba. El fino vidrio dónde se depositan las ilusiones cabe esperar que de un modo u otro se termine rompiendo. Es ley de vida. Aunque a nadie le guste ser derrotado tiene que aceptarlo con más o  menos dignidad. Se acabaron las risas, los enfados y las prisas. Los síndromes del papel en  blanco, las borracheras buscando temas para artículos el día antes. Porque si algo hicimos fueron cosas que en principio parecían malas ideas y terminaron siendo incluso peores mejores.

Cuando uno inicia un proyecto no sabe qué va encontrar, pero lo hace con una ilusión desproporcionada que inevitablemente en algún momento se apaga y se apaga. Recuerdo el día en que me aventuré a empezar este proyecto con tres borrachos, desgraciados, malhablados, enfermos y delincuentes del lexo. Yo terminaba un proyecto fracasado y con un litro de cerveza en la mano quise empezar otro con un objetivo claro esta vez, hacernos de notar escribiendo con calidad, si no para muchos al menos para los que supieran apreciarla. No somos más que la incongruencia que surge del alcohol, unas voces más altas que otras que luchan por resaltar la burrería más grande. Imagínense el reto que era transportar eso a un ámbito profesional. Pero lo hicimos. Quedó demostrado en que fuimos dos veces finalistas en los premios del 19+1minutos. Dos veces fracasados, eso sí, primero por un blog de belleza y moda que se dedicaba a hacer copy-paste de wikipedia; y este año por nada menos que el director adjunto de la revista Interviú. Vamos, un muchacho amateur que está empezando en esto del internet y el escribir y que debía ser reconocido en un concurso de aficionados para seguir adelante.

Ha sido una gran decepción perder dos veces de esta manera, pero solo indica algo, que aunque no somos el blog más influyente, no tenemos la mejor comunidad de lectores ni el mejor diseño web, hemos escrito con calidad. Si bien es cierto que no es un producto totalmente nuevo ni exótico y que tenemos grandes competidores en nuestro nicho, hemos intentado marcar la diferencia buscando temas interesantes, explicándolos para tontos y para listos, para homosexuales y negros, siempre con ese toque de humor que nos caracteriza, siempre con objetividad para dar la oportunidad al lector que elija por sí mismo, siempre con nuestra pequeña opinión, pero nunca adoctrinando ni sentenciando juicios absolutos.

Mente Enjambre se cierra para no volver. Han sido unos casi dos años disfrutando con vosotros. También quisimos aprovecharnos de vosotros. Pusimos un banner, pero debido a las pocas visitas que recibimos no hemos ganado ni el mínimo para poder cobrar, pero sí algo que solo aprecian los pobres, mucha experiencia.

Nuestro querido Almaciguero Mayor de no ser porque tiene un bagaje cultural enorme, al verlo escribir podríamos afirmar que adolecía un profundo retraso. Ahora podemos decir que es tan solo ligero y me alegra haberme arriesgado con él y a haberme comprometido en esta pequeña obra social pues ha terminado sacando adelante muchos de los mejores textos del blog, siendo fascinante leerle escribir sobre historia. ¿Y nuestro Monsieur Le Tupé? Sabía perfectamente que iba a hacer un gran trabajo porque llevo siguiendo su intermitente blog mucho tiempo, pero claro, corría el riesgo de cortocircuitar no solo el corrector ortográfico de blogger, sino todos los sistemas de corrección ortográfica de este planeta. Gracias a Dios al menos tiene una visión sobre la economía y la política de la que pocos pueden alardear.

¿Qué decir de Pepe "puertas de acero" Pérez? Yo bauticé a ese HIJO DE PUTA. Otro personaje ilustrado del que sabía que podía sacar buenos textos, pero eso sí, y en contra de todo pronóstico, ni una sonrisa. Puedes hablar con él sin cerrar la boca, tan solo riendo, te sientes escuchar un gran monólogo, pero algún demonio debío robarle la capacidad de hacer reir escribiendo. Es de lejos una de las personas más inteligentes que conozco, asentada sobre las bases filosóficas y computacionales. De él he aprendido mucho. ¿Y qué pasa conmigo, Conde Chócula (Aresti)? Ese editor siempre malhumorado agitando su copa de sangre. Yo he sido el mamón que se ponía como objetivo escribir el lunes para tener su artículo listo para el domingo, pero la maldita procastinación me hacía no solo no haberlo escrito antes del domingo, sino no tener ni siquiera el tema hasta la mañana/tarde del mismo domingo. Amigos, esto queráis que no es un a gran putada. No tienes tiempo de reacción, no puedes hacer típicos planes de domingo como irte a andar al monte, escalar, hacer una barbacoa... defraudas a mucha gente y a tí mismo. Incluso a veces no encuentras ni un tema bueno y te has cargado el día para nada. Es un error del que si retomo la escritura me zafaré con todas mis ganas.

Por la parte personal que me toca he de decir que no habría sido capaz de llevar este proyecto adelante sin el salvaje apoyo moral de mi querida, dura y recia Leyla Gil Hernández. Una chica que a pesar de ser bióloga (me pegará por esto) ha seguido activamente el blog, que me ha aconsejado, me ha ayudado a elegir temas, a inspirarme, a borrar mis inseguridades, a creer en mí mismo cuando no me sentía capaz, a aprender a ver mis errores, a aceptar mis equivocaciones para con mis compañeros. Ha sido esa vocecita de la razón que me ha ayudado a no perder el norte y no mandarlo todo a la mierda con mi particular soberbia. Ha aguantado mis enfados y sus proyecciones en ella, ha soportado muchas veces ese vacío que el tiempo de escribir te obliga a hacer a quien quieres. Además de esta gesta invisible participó como colaboradora nuestra con uno de los posts más exitosos de nuestro blog, eso sí, después de mucho esfuerzo para convencerla. Quizá esto le sirvió como motivación para ahora embarcarse en un proyecto de blog medioambiental. Desde aquí quiero desearle toda la suerte y el apoyo que ella me ha brindado a mí, darle las gracias por ese trabajo en la sombra que debe ser reconocido. Y aunque no son los mimos estilos considero que nuestra marcha es un cambio de testigo para ella y ojalá dure muchos más años de los que nosotros lo hemos hecho.


También tenemos que agradecerle enormemente a Sara García Sainz-Marín todas las ilustraciones, los diseños y las viñetas que nos ha hecho para el blog. A las personas que nos han respondido con sus comentarios haciéndonos saber que había alguien que leía y no eran palabras al viento. A nuestras madres que nos han dado la mayor parte de las visitas. A nuestros amigos que se han esforzado en ayudarnos y sobre todo en despreciarnos. Y por supuesto a las drogas y al sexo pues nos han dado las mayores visitas (meditad esto, cabrones...)



No puedo terminar este editorial sin comentar el motivo del cierre. Os he hablado de nuestros colaboradores que ya conoceréis de sobra. Lo que no conocéis son sus vidas:
  • Pepe "puertas de acero" Pérez (José Antonio Rubio) me hizo firmar un acuerdo en el que se le permitía faltar a sus días de escritura. Esto fue motivado por sus estudios de master. Cuando la sección de "magia" quedaba vacía yo me ocupaba de ella. Pero ahora esos estudios de master le han llevado a Nueva York a trabajar. Un estrés incompatible con la periodicidad de un blog. Perdimos un gran colaborador y ganamos un seguidor.
     
  • Por su parte Monsieur le Tupé (Adrián Carrión Sánchez) escribía cada vez más y más artículos de opinión. Esto también fue motivado por el estrés de su horrible, aburrida y tediosa carrera. Su gran pasión es la escritura, pero por el momento ha pensado que le gustaría más alimentarse el resto de su vida de grasientas carnes rojas que de heno. Perdimos un gran colaborador y ganamos un seguidor.
     
  • Por la suya Almaciguero Mayor (Rafael Belchí) se ha mantenido estoico aceptando cada vez más carga de trabajo para salvar esas fallas que hemos ido dejando. Me siento muy orgulloso de su crecimiento como escritor y como persona. Creo que este blog le ha ayudado a estar donde quiere. Va a seguir escribiendo, preparado para una nueva aventura bloguera.
     
  • Por mi parte, Conde Chócula (Javier Arnedo) la inspiración me ha abandonado. Necesito un descanso. Olvidar muchas cosas de mi vida, superar los bloqueos, bajar a las profundidades para tomar aire y regresar con esa energía que me caracterizó en el nacimiento de este blog, nuestro retoño que muere prematuro. Creo que ahora lo que el cuerpo me pide es arte y voy a centrar mis esfuerzos en construir buenos temas musicales, componer mis guitarras, mis canciones, aprender a cantar y a escribir buenas letras. Un reto para el que ahora mismo me siento más preparado que para seguir con este blog. Quién sabe qué pasará en un futuro y si vuelvo a este sendero que tantas alegrías me ha dado. Pero como decía Bukowski -"Se requiere de mucha desesperación, insatisfacción y desilusión para escribir unos pocos buenos poemas. No es para todo el mundo ya sea para escribirlos o siquiera leerlos."- Y eso es lo que se ha de hacer para no acabar escribiendo por escribir.

No sé muy bien que más decir. Nuestro sueño es abandonar nuestras carreras y juntarnos en un fumadero de opio a escribir día y noche fumando y bebiendo, aprendiendo todo lo posible, mejorando cada día. Por desgracia eso es harto difícil hoy día. Odio despedirme de vosotros, de nosotros, de mis domingos. No llegará ese sábado en el que me agobie pensando en lo que me espera al día siguiente. Parece mentira, pero es una rutina a la que le coges aprecio aunque a veces te torture. Ha sido difícil tomar esta decisión, pero creemos que es lo mejor. Hay que vivir como se piensa, porque si no se acaba pensando como se ha vivido. Esperamos de todo corazón que os haya gustado pasar vuestro tiempo con nosotros. Quién sabe si nos volveremos a encontrar por estos lugares del hipertexto. Algo me dice que sí, porque lo que se ama difícilmente se abandona.

Hasta siempre.

viernes, 25 de abril de 2014

Los buenos también fuman

Por Almaciguero Mayor


Dejó constancia Luis Buñuel acerca del tabaco, que aquello de echarse una copichuela en el bar, en casa, solo o en compañía, era un placer impagable, pero a condición de que como añadido tuviera su correspondiente cigarrillo, que era imposible beber sin fumar. A tanto llegaba esa indivisión de ambos placeres para don Luis (la cual comparto irremediablemente), que llegaba a identificar al tabaco con la reina inseparable de su rey el alcohol. Otros ilustres genios, como Thomas Mann, ponía en boca de sus personajes, como el Hans Castorp de La montaña mágica: "No comprendo cómo se puede vivir sin fumar... Cuando me despierto me alegra saber que podré fumar durante el día y cuando como, tengo el mismo presentimiento. Sí, puedo decir que como para fumar... Un día sin tabaco sería el colmo del aburrimiento y si por la mañana tuviese que decirme hoy no puedo fumar creo que no tendría el valor para levantarme". Groucho Marx respondió a su esposa cuando esta le conminó a dejar su puro: "No, pero si quieres tú y yo podemos seguir siendo amigos".

Para esta gente fumar fue durante toda su vida un signo vital, un gesto que acompañaba a cada uno de sus movimentos, una forma diferente de entender las cosas. También son individuos de otra época, de otra existencia, tan finita e intrascendente como la del común de los mortales, pero indudablemente más fascinante. Al igual que ellos, en el cine de aquellos años, del Hollywood clásico, el de Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Robert Mitchum o Cary Grant, se fumaba. Y está claro que eso del fumar un cigarro detrás de otro como forma de expresión y de actuación, responde no sólo al enganche perpetuo de sus actores, ni a exigencias artísticas de directores o guionistas, sino también al hijoputismo de las tabaqueras que pagaban a las productoras cifras exhorbitadas en ocasiones para que los protagonistas, los héroes a los que todo el mundo quería imitar, se dedicasen a expulsar el humo de su marca de cigarrillos. Para que el espectador medio, como ser humano e imitador de todas las actitudes que es, al salir del cine, vaya corriendo a consumir el tabaco de la marca de turno, de la manera en que a un ateo se le apareciese la Santísima Trinidad.

Por eso cuando a finales de siglo XX la gente se dio cuenta que los cánceres esos que se llamaban del fumar en otros tiempos, que asfixiaban a sus portadores en lo que tiene que ser de las muertes más angustiosas, de repente eran malos y había que erradicarlos de la sociedad. Así, se pasó drásticamente del héroe fumador, silencioso y trágico, al malo de la película, único fumador del lugar, que por ello debía pagar sus pecados. Es decir, el hecho de fumar se asoció al malvado, el cigarro se quitó de la boca al personaje que nos caía bien, para pasar a ser la herramienta más pura de la maldad. Ya no habría más fumadores honrados, o que simplemente fueran buena gente. Sólo, en ocasiones, personajes tremendamente atormentados y autodestructivos. Si no véase el ejemplo de un actor que lleva ya años sin deslumbrar con su arte, Edward Norton, que en muchas ocasiones ha declarado su aversión por el tabaco y lo que representa, que sólo ha fumado cuando su personaje era malo o hacía cosas malas.

Por mi parte, siempre asociaré el tabaco en el cine a los actores que más amo, a las situaciones que más me identifican, como forma de entender la vida, como espejo en el que mirarme: Scarlett Johansson y Bill Murray fumando cigarrillos y puros, respectivamente, estando juntos o en soledad, en Lost in traslation, Jack Lemmon en El apartamento mientras se pone a empinar el codo en la Nochebuena más triste, cuando sabe que nunca conseguirá a la persona amada, que siempre estará solo, el crío Léolo mientras mira con horror cómo uno de sus amigos viola a un gato en Léolo, Tony Leung en las largas pausas que hay en la vida mientras te enamoras irremediablemente en Deseando Amar, Frank, el hermano de Clemenza, fumando por última vez un puro, despidiéndose de la vida porque sabe que la traición tiene un precio, como en las legiones romanas, en El padrino II. Hablo de esto con la nostalgia propia de las cosas perdidas, como algo que no se podrá recuperar, pero en los últimos tiempos hay motivos para no perder la esperanza, todavía hay gente a la que apreciamos cuando estamos en un cine, y que fuman. Me ocurrió con el Jep Gambardella, hipnótico fumador empedernido en La gran belleza, con el fatalista y cínico Rust de True Detective, con Adèle en La vida de Adèle, con el solitario Niko en Oh boy. Son personajes con los que te pasarías horas y horas, que son uno de los nuestros.

miércoles, 23 de abril de 2014

Otra sentencia absolutoria: el derecho a grabar en la calle es legal.



Por Monsieur le Tupé.





Hace unos meses mi odio natural encontraba su cauce hablando de como los policías habían decidido que no se podía grabar el ejercicio de su actuación porque si, porque, porque, porque tu eres un rojo, y ellos... ellos  son los garantes de la seguridad, y... y... y que ya verían ellos la ley y eso; pero que apagues la cámara joder que me pongo nervioso. 

El ejemplo que ponía era éste. 


La argumentación, que hace sospechar que la ignorancia esgrimida por los agentes al tratar el tema tiene que oscilar entre estupidez y malicia, sin saber todavía qué extremo es más peligroso en quienes se supone están preparados para protegernos, era bien sencilla: "el derecho a la propia imagen no impedirá la captación por cualquier medio cuando se trate de personas que ejerzan un cargo público durante un acto público". Es bastante fácil, si está ejerciendo su labor, el agente puede ser grabado.

Puede sacarse miga al asunto, desde luego: ¿se necesita una actuación concreta o es válido en todo momento del horario laboral?; preguntas así. Pero la policía está empeñada en que no se le puede grabar de igual cual sea el momento, aun cuando el momento sea especialmente notorio (como la actuación en un desahucio). Y no sólo eso, sino que además de impedir el el libre derecho de captación de imágenes abusan de su posición de poder, instando una falta contra el orden público.

¿Y qué dice la sentencia judicial al respecto?

Es legítimo grabar imágenes de funcionarios de policía actuando en la vía pública. 
 Todo funcionario, en el momento en el que se excede en sus funciones, pierde la condición y protección que le otorga su condición de agente de la autoridad.
(Más información aquí) 

Más claro imposible. Maldita sea.

domingo, 20 de abril de 2014

Domingo de catalepsia o como resucitar la inspiración divina

Por Conde Chócula (Aresti)


Ocurre a veces, en períodos largos y cortos, que uno no es capaz de sacar las ideas de su cabeza por el medio que le corresponde. Cuando la inspiración se va, puede darse el caso de que en su transformación cambie de medio o simplemente se mantenga en silencio esperando su momento. Es el síndrome de la hoja en blanco. Esa desagradable parálisis creativa que suele estar acechante para abalanzarse sobre ti en los momentos más inoportunos. Supongo que estos bloqueos suelen venir solos. No hay razones concretas ni soluciones afines. Muchas veces teniendo que escribir un artículo con una alegoría del tiempo en forma de hipopótamo pisándome los juanetes he sufrido este bloqueo. Más de dos horas intentando buscar un tema, un asunto que interese al público, que conozcas y que te guste. Y claro, en un plazo de 4 horas perder dos es un estocazo mortal. Claro que esto se acentúa con el harakiri la maldita procastinación, que si bien los márgenes de error se guardan para algo ésta los elimina. Así que son las 6.25 de la tarde cuando escribes esto, sin tiempo de reacción, esperando que el divino te congracie con la inspiración de una creación que dure menos de 7 días, pero que alcance una imperfección similar.

Un músico sufre de estos males cuando tiene una vida aburrida sin un imaginario tras él. Un músico, un escritor, un artista no es digno de pluma, de cuerda o de paleta si no ha buscado en su vida la peregrinación que le llene la cabeza de pajaros, locuras, perversiones, amores, tragedias o situaciones grotescas que confiten historias inolvidables. Un artista no es un genio si solo es culto. Solo hay que volver la vista al conservatorio para ver la cantidad de cadáveres que gozan de la mejor técnica interpretativa, pero no sabrían qué hacer ante la búsqueda de la nota final que dé sentido a una progresión.

El síndrome de la hoja en blanco es un problema mental puramente artístico. Muchas veces te aconsejan que salgas a pasear, leer o escuchar otras cosas de otra gente. Echar mano de la cultura que parece ser la salvadora de los malos escritores. Esta gilipollez vale para salvar una entrega que se prevé a destiempo, pero con la aplicación de ella sentencias al arte a la mediocridad. Muchas veces puede sacar más del sufrimiento que de 10 obras clásicas. Aprender a vivir es la tarea del artista.

Digamos que el problema que nos atañe es el síndrome del pentagrama en blanco. Sentarte al piano, coger la guitarra y empezar a excitar nota tras nota sin brillo alguno buscando la nota correcta. Frustrarte, descubrirte anclado en las mismas progresiones, en las mismas tonalidades, en mucho de lo que ya se ha hecho, en la simple ortodoxia. Pero llega un momento en el que sin saber cómo has empezado a tocar algo que se tambalea en el proceso sin embargo llega al puerto que querías. Decía Thelonius Monk que no hay ninguna nota errónea, solo tiene que ver con la forma en que lo resuelves. Las ideas de los artistas fluyen de forma caótica muchas veces, tanto que distraen y tensan a los oyentes, pero el placer es más intenso cuando resuelven con maestría la dispersión del argumento.

Hoy, domingo de resurrección, hay grandes temas que pueden ser analizados, como la festividad de las tamborradas de la Región de Murcia o Madrid, que demuestran con felicidad jubilar el hecho de que Jesucristo nuestro señor fuera cataléptico o, como seguramente ocurrió, capaz de resucitar. Yo sin embargo sigo aquí, pensando un buen tema para un buen artículo. Sin embargo hay momentos en los que hay que claudicar, sentarte a escribir una soberana mierda y esperar que se vaya moldeando por inercia. No puedo escribir, intentaré componer música. Mientras tanto honraré a esos grandes genios que tuvieron espléndidos días en los que pudieron componer cosas tan maravillosas como estas. Disfrutad del fin de la semana santa mis queridos ateos, disfrutad.

Thelonius Monk - Round About Midnight



La primera vez que Monk tocó esta canción sus amigos, tras discutir sobre el sentido de la canción, fueron de madrugada a despertarle a casa para pedirle que por favor volviera a tocársela.

Vincent Peirani - Waltz For JB



Pieza del acordeonista francés Vincent Peirani que recibió el pasado año el premio a mejor músico por la academia Django Reindhart.

Ludovico Einaudi - Indaco (directo)



El compositor minimalista italiano Ludovico Einaudi interpretando su canción Indaco.

viernes, 18 de abril de 2014

¿Memoria histórica? No, gracias

Por Almaciguero Mayor.


Según los Evangelios, Jesús le dijo proféticamente al apóstol Pedro que antes de que cantase el gallo, tres veces le negaría, a lo que este respondió incrédulo que eso nunca pasaría. Efectivamente sí pasó, y del mismo modo, ha ocurrido con el mundo del cine documental, que hasta tres veces se nos ha negado el estreno de películas a los que no vivimos en las grandes urbes que son Madrid y Barcelona. Está claro que los que se dedican a esto, o sea, los exhibidores, buscan programar en sus cines las películas que más conecten con el gran público, con las que sepan que vayan a hacer taquillazo para nutrir sus necesitados bolsillos y poder admirar con el símbolo del dólar (o del euro) en los ojos a los drogadictos devoradores de palomitas o de refrescos que se dejan la pasta para satisfacer sus ansias de molestar al espectador vecino.

Es por eso que algunas películas, que no tienen por qué ser mejores, están condenadas a pases marginales en horas intempestivas para el sufrido cinéfilo, o en otros casos, como en el nos ocupa, directamente nos tendremos que conformar con la larga espera a que las saquen en deuvedé, salvo que practiquemos un éxodo a tierras madrileñas o catalanas. O, por qué no decirlo, ejercer de corsarios de la cultura y piratearlas, porque no queda otra. Miento, en algunos náufragos casos igual podemos contar con la vana esperanza de que la filmoteca local adquiera la película por su interés, pudiendo con ello permitir a la plebe su visionado con un cierto retraso de su estreno en las salas. Pero este tipo de iniciativas admirables sólo te da la certeza de que agarrarse a los clavos ardiendo no es bueno para calmar el ánimo del espíritu.

El aclamadísimo documental titulado The act of killing que recientemente recibió el Oscar a mejor documental, y que cuenta desde el punto de vista de los ejecutores las terribles matanzas de comunistas (en estos casos presunción y culpabilidad van de la mano) que acontecieron en los 60 en Indonesia. La imagen perdida, nominado al Oscar a mejor película extranjera, habla del horror que supone estar esclavizado por el régimen comunista de Camboya en los 70, de cómo esos bárbaros que en nombre de la revolución se cobraron las vidas que les vino en gana asolaron una nación. En El último de los injustos, el realizador Claud Lanzsmann recopila una serie de entrevistas al que fuera último presidente del Consejo Judío del campo de concentración de Theresienstadt, aquel lugar que se tomó como el mejor ejemplo de que un gueto ideal en la Alemania nazi era posible. Fue presentado en el festival de Cannes.

Dos películas con presencia en los Oscar y una con la firma de Lanzsmann no son cosas tan marcianas como para sacarlas de su hábitat natural, la sala oscura. Pero igual en la España que nos ha tocado vivir, documentos que hablan de temas tan espinosos como la memoria histórica no interesa, por lo menos, darles publicidad, aunque sean de otros países y hablen de genocidios. Rebuscar en la Historia para conocer mejor nuestro pasado siempre ha interesado a unos o a otros para defender sus causas, porque en la España de hoy (y la de ayer) siempre estamos enfrentados. Progres fachas, no hay término medio. Aquí si perteneces al primer grupo, tienes que pensar que la República fue la democracia idílica, la Arcadia, en la que las revoluciones mineras, la ocupación de Casas Viejas y el tiro a la barriga o los asesinatos por la calle nunca ocurrieron. Si eres de los segundos, que ahora se llaman a sí mismos liberales, tienes que abogar por la Constitución, la unidad de España y la democracia, de la que eres un acérrimo defensor. Pero en tu mente retorcida tienes que pensar que la República nunca fue democrática, sólo un golpismo encubierto, y defender a Franco de los que digan que era un dictador. Tienes que pensar como Mayor Oreja, que con el caudillo se vivió muy plácidamente y que no hay que condenar en ningún caso el franquismo.

Así somos en España, por supuesto defendiendo tus argumentos con el arma fundamental que es gritar más fuerte que el de enfrente, porque así llevas razón. Tenemos un tremendo problema de asimilar nuestro pasado, motor imprescindible para mirar al futuro, y las viejas rencillas y heridas nunca se van a subsanar. Porque por mucho que los del PP se empeñen en decir que lo de la memoria histórica son ideas demoníacas zapateriles y que de la Guerra Civil no hay que hablar más, es cuanto menos inpresentable que esta gente defienda estas ideas cuando hay todavía sin encontrar, enterrados en cualquier cuneta, los huesos de 130.000 personas. Somos los segundos en esta triste liga, tras Camboya, lo que dice muy poco a favor de nuestro país. Y si uno escucha a Rafael Hernando, portavoz adjunto en el Congreso del PP decir lindezas como "hay más de uno que se ha acordado de su padre o de su madre para coger la subvención", refiriéndose a todo esto, a uno le dan ganas de apropiarse los versos de Leo Ferré: "soy de otro país que el vuestro".

En este discurso uno no puede evitar acordarse de las víctimas de ETA, a las que diversos grupos políticos han abrazado como si fueran sus hijos, para que les lloren en el hombro, utilizándolas incluso como armas arrojadizas, manteniendo viva la llama de su dolor, por meros intereses políticos. Fue lamentable ver a la plana mayor del Partido Popular encabezando la manifestación a favor de la doctrina Parot, protestando porque los tribunales europeos la hubieran derogado, donde se dijeron memeces como que los socialistas eran malvados por no estar con las víctimas, en contra de Europa. Qué héroe trágico y abanderado de las causas perdidas que es el tal Rajoy, pidiendo que vuelva una doctrina claramente contraria a la Constitución que tanto defiende. Para unas víctimas tanto, para otras, las que sólo piden poder localizar los huesos de sus seres queridos, nada. Y la gran masa de millones de españoles sigue depositando el voto para los demagogos que dicen habernos sacado del hoyo. Da pavor.

Fernández-Díaz y Gallardón con las representantes de la AVT

miércoles, 16 de abril de 2014

El procedimiento para apostatar en el catolicismo.

Por Monsieur le Tupé.



Que viene siendo como quitarte de Telefónica, pero sin necesitar sangre de unicornio y comiéndote menos acento de América del Sur. La apostasía es el reconocimiento registrado del cese de una creencia en una religión, en el caso que nos toca de la Iglesia católica cristiana. Supone dejar constancia para los registros de que tú ya no procesas esa fe, y cuidado: sólo eso. Apostatar no te convierte en un pecador, ni supone algún tipo de odio contra el catolicismo, ni un rechazo a la Iglesia. Es tan solo el procedimiento para expresar que tú quieres estar fuera de la misma.

La apostasía es exclusiva para cuestiones administrativas, dado que en cuestiones de fe el Dios católico es un dios bastante inclusivo y además, joder, que no es tonto. Para ser católico hay que creer en Dios y comportarse según los preceptos de la Iglesia católica (lo que expulsa de esa religión al 99% de los que dicen participarla, por cierto). Así que si lo que quieres es dejar de ser católico según los preceptos de la fe es bastante fácil: sencillamente dejas de serlo. De la misma manera, puedes volver al redil tan sólo con arrepentirte y volver a abrazar la fe. Es como pertenecer al Atleti, que basta con serlo de corazón, da igual que tengas o no la cartilla de socio.

Vale, ¿pero qué hay que hacer para dejar constancia administrativa de nuestra falta de fe?

El procedimiento rápido consistiría en pedir en la parroquia donde te bautizaron tu partida de bautismo, llamar al obispado donde residas y pedir una cita-entrevista para apostatar. Una vez otorgada habría que llevar un formulario de apostasía (hay muchos modelos en internet: como aquí y aquí), una copia compulsada del DNI (las hacen en las comisarías y en los despachos de notarios) y la partida. En el acto te comunican los efectos de la apostasía, comprueban tu identidad y se formaliza el abandono de la Iglesia Católica; resolviéndose todo en una sola visita. Después ya sólo quedaría recibir la comunicación de haber apostatado. 

¿Pero igual la ilustre Iglesia Católica no te lo pone tan fácil, no? Si te ponen trabas con el procedimiento presencial, hay que hacer exactamente los mismos trámites pero a través de correo certificado. Mandando la información todas las veces que haga falta y haciendo todas las llamadas necesarias. Seguramente te pongan obstáculos, pero es lo que toca: tener paciencia. No hay que agobiarse ni tomarse las cosas con prisa, solo enviar la información y llamar de vez en cuando para comprobar que la han recibido. Tarde o temprano te concertarán una entrevista o te enviarán los papeles para que firmes tu salida de la Iglesia. 

Y ya está. Ya puedes abrazar libremente la Religión de LA CAJA, LA CAJA. 


lunes, 14 de abril de 2014

Cantemos canciones sobre ballenas borrachas, digo, cantemos borrachos canciones sobre ballenas

Por Conde Chócula


¡Qué entrañables esos borrachos y maleducados irlandeses! ¿A quién no estremecen sus nostálgicas canciones sobre más borrachos, piratas, prostitutas, armas de fuego y trifulcas callejeras? Entrañables de no ser porque las cantaban marineros rabiosos expuestos a esfuerzos atroces y a la soledad de alta mar. Claro que, tras tanto tiempo de retraimiento en las cumbres de las olas, la llegada a puerto propicia más fuertes y cercanas amistades en compañía del sexo opuesto. No es de extrañar que estos escarfeos ocupen gran parte del imaginario sailor, sencillo como la vida misma, letras llanas y repetitivas que servían de distracción durante las tareas de cubierta.


Pero no todas son así. Hay algunas más curtidas, profundas con un repertorio de elaboradas metáforas. Cierto es que estas son las menos, pues de una vida de este tipo las historias y la epicidad surgen solas. Como si un vaquero fuera lo mismo que un rudo marinero, embrutecido por su trabajo y la lucha contra un medio que no es natural del hombre. Y esto no quiere decir nada ya que se cuentan por decenas de miles las canciones country y por cientas las de marineros, aunque quizá tenga algo que ver que el avance tecnológico haya eliminado este tipo de trabajadores y los haya sustituído por peones de la pesca industrial. Tampoco existen ya esos piratas que tanta gracia nos hacen en las películas y que tan poca gracia les debía de hacer a los hijos de los habitantes de pueblos pesqueros y a sus madres.

Las canciones de marineros son llamadas en inglés "shanties" que suelen ir en el mismo grupo de las canciones de piratas y canciones del mar, puesto que un marinero no tiene por qué ser obligatoriamente un trabajador. No obstante el trato de género que se les da a estas shanties es el de work songs, como también lo son los orígenes del blues en los campos de algodón norteamericanos. Tanta es su cercanía que los yanquis, en su enorme sabiduría, usaban canciones populares irlandesas en los "minstrel shows". Estos "minstrel shows" eran espectáculos en los que hombres blancos se pintaban la cara de negro y representaban cantando actitudes propias de los negros. ¿Cuál era el fallo de esta burla? Que las work songs que entonaban no eran de orígen africano sino irlandés. Así que imagínense a blancos haciendo de negratas cantando canciones irlandesas, ¿rídiculo, no? Pues tal fue el éxito de estos minstrel shows que los acabaron por representar negros que se pintaban la cara de negro y exageraban su negritud y que cantaban canciones irlandesas. No sé que es peor, si esto o el pueblo alicantino en el que cogen a un negro le pintan de negro para que sea aún más negro y le hacen escalar por los balcones de las casas para darles regalos a los niños (es Baltasar, el rey mago).


Pero esto no va de negros, sino de balleneros y otras bestias marinas que tras la guerra civil se dieron a la mar a buscar los más despreciables azotes de sus patronos y quién sabe si la gloria o una ballena en sus pesadillas. Escribía Herman Melville allá por 1849 en su libro Redburn:
Pronto me acostumbré a ese canto, es algo sin lo que los marineros no pueden ni tocar una cuerda. A veces, cuando alguien no puede tirar ni dar un golpe más, un compañero siempre dice: "¡Vamos hombres! ¿Ninguno de vosotros puede cantar? Cantad ahora y olvidad al muerto." Entonces alguno empezaría a cantar y si los brazos del resto de hombres se alivan tanto como los míos por la canción, si mi compañero puede tirar tanto o más que yo, con un acompañamiento entre vítores yo estoy seguro de que el aliento gastado en la canción merece la pena. Es buena aptitud en un marinero saber cantar bien, porque se hace un buen nombre entre los oficiales y le viene dada gran parte de su popularidad entre la tripulación por ello. Algunos capitanes de barco, antes de embarcar a un marinero, lo primero que siempre les preguntan en si saben cantar con una cuerda en la mano. 

La razón que crea la necesidad de que un marinero sepa cantar es que la música, y en este caso las work songs (canciones de trabajo) sirven para sincronizar los movimientos humanos. Lo que podría ser un tambor actuando de metrónomo se convierte en una voz principal con una coral que responde o dispone un argumento libre y distinto dentro de la canción, siempre con esa alternancia entre líneas vocales. La respuesta y llamada es una característica de casi todas las work songs, que si no siempre son de este tipo, en el género de las shanties, lo son al estilo militar en las que una coral responde con versos breves a una consigna. La diferencia es que aquí maldicen al capitán y enaltecen el valor de una pelea callejera motivada por el ron y las mujeres.

Pues bien, parece un género de uso sencillo, pero no es así. Resulta que lo que en otras músicas las composiciones distinguirían por tipos de métricas y compases en las de marineros se hace por el tipo de trabajo, de fuerza que deba aplicarse y la velocidad. Es por ello que se dividan en las siguientes variantes:
  • Shanties de capturas cortas: Cuando se requerían rápidos y fuertes tirones pescando.
  • Shanties de sudar: Para esfuerzos muy breves como un par de tirones en una driza para izar una vela.
  • Shanties de mano sobre mano: Para esfuerzos ligeros como tirar de una cuerda pasando una mano detrás de la otra.
  • Shanties de embestir: No he conseguido descifrarlas.
  • Sella y canta canciones de marineros: Cuando se acarrea de una cuerda con la espalda inclinada para dar tirones más fuertes y largos.
  • Shanties de cabrestante: Para cuando echaban el ancla y seguidamente amarraban el barco a un cabrestante y de él tiraban para acercarse al muelle.
  • Shanties de molinete: Esta es una shanty moderna que han adaptado los marineros cuando tratan de frenar los barcos ya que emplean un movimiento binario para bombear líquido a los frenos.

También se cantaban a la hora de limpiar la cubierta, subir la carga abordo, etc. Es un género extenso que ha dado para numerosas canciones. Tanto es así que en 2003, y a raíz del éxito cosechado por la película "Los Piratas del Caribe", Johnny Deep y el director del film Gore Verbinski publicaron un doble CD en 2003 y otro en 2013 llamados Rogue's Gallery. En ellos han hecho una selección de canciones de marineros, del mar y baladas de piratas cantadas por grandes nombres como Nick Cave, Iggy Pop, Bono, Sting, Tom Waits, Patti Smith o Lou Reed. Podéis encontrarlas en portales como YouTube o aquí.

No obstante quiero quedarme con la verdadera esencia, con producciones más humildes que interpretan auténticamente esos cantos y hacen que me crea más estas canciones que con una producción tan excelente en la que han interpretado los temas atendiendo al estado de los marineros que sugieren las letras de las canciones cuando realmente trabajando y cantando su estado no es el mismo. Un buen tributo, sí, pero de verdad, ¿no prefieren escuchar este Drunken Sailor (marinero borracho) de mano de unos verdaderos irlandeses? O, ¡qué leches! Baltimore Whores (las putas de Baltimore), o como un hombre está tirado en el callejón, incapaz de moverse, borracho como las cubas, ciego como las peonzas con otros marineros, abandonado a Sally, la chica de la calle alley (Bully in the Alley). ¿Aún mejor no es escuchar la fantástica Rolling Down To Old Maui que nos haga desear beber ron con las putas de Maui? Cuando oigo esto solo me dan ganas de agitar los brazos derramando cerveza sobre mis compañeros. Claro está que esto es una bonita nostalgia de una vida que dista mucho de ser fácil, pero que se hizo soportable gracias a estas motivadoras canciones que guardan una energía que ya pocas veces se consigue en la música.

Drunken Sailor - Irish Rovers



Shenandoah (Tom Waits y Keith Richards)



Esta shanty también fue interpretada por Van Morrison en una versión quizá demasiado orquestal, lo cual desvirtúa terriblemente la esencia de esta canción.

Rolling Down To Old Maui




Bully In The Alley





Esto sí que es auténtico folk.


domingo, 13 de abril de 2014

¿Cuál es su oficio? (V)


¿Sabrías decirnos cuál es el oficio de este encorbatado señor?
¡Suerte a todos!

viernes, 11 de abril de 2014

"La Vinacoteca" 2 Programa (Escuelas Económicas)

 [PODCAST]

Nuevo logo de la Vinacoteca creado por Adrián Sánchez y Javier Arnedo e ilustrado por Sara García Sainz-Marín
Os presentamos el segundo podcast de la VINACOTECA que fue grabado hace más de un mes y que presentamos ahora. Por desgracia fuimos víctimas del Ragnarok, algo de lo que hablamos en el programa, y fruto del caos y del desorden humano este trabajo ha sido publicado.

TEMAS:

  • Hablamos sobre las escuelas económicas que han dominado los estados desde nuestra historia reciente hasta la actualidad: Capitalismo, comunismo, capitalismo más liberal, capitalismo menos liberal, socialismo más comunista, socialismo menos comunista... Lo vais a entender.
  • Os contamos curiosidades que van desde magnates del petróleo jugando al monopoli, pasando por apocalipsis vikingos con lobos que comen lunas hasta penes "pequeños" llevados a la "gran" pantalla (esto último es claramente para que parezcan más grandes)
     
  • Escucharéis música que versa sobre las bondades y miserias de capitalismos y comunismos y sus estratos sociales.


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