miércoles, 15 de mayo de 2013

Unsere Mütter, unsere Väter (Hijos del Tercer Reich): de lo que pudo ser y en lo que se quedó



Tras liquititantos meses de andadura por este Magazine cultural, por fin tenemos lo que todos nos estábais pidiendo, un artículo cuyo título venga impregnado de un idioma bastante impronunciable para algunos, y por motivos político-económicos varios, odiado por otros: el alemán. ¿Y a qué se debe esta broma, os preguntaréis? Pues ni más ni menos que a la sencilla razón de que hoy en la sección de cine/tv e historia se va a hablar sobre una serie bastante reciente con el título arriba mencionado.

Unsere Mütter, unsere Väter (Nuestras madres, nuestros padres en la lengua de Cervantes) se trata de una serie germana ambientada en la Segunda Guerra Mundial, con la que se nos pretende mostrar la realidad social de la Alemania nazi, y centrada en el drama de los jóvenes que estaban convencidos por los mensajes disparatados de Adolf Hitler de que esa locura (o no tanto para quien vivió en ese tiempo) llamada Tercer Reich podía llevarse a cabo. Básicamente viene a ser una ambiciosa producción, que de entrada no puede ser menos que interesante precisamente por ésto, por contar una historia sobre la Alemania nazi desde dentro y no desde el punto de vista de los políticos, sino de los ciudadanos de a pie. La cosa se pone más atractiva si cabe cuando uno ve que la trama, narrada desde el punto de vista de 5 personajes, centra en dos de ellos la recreación de la guerra contra los rusos, conflicto que, desde el punto de vista alemán pocas veces ha sido tocado Entre otras, tenemos la película Stalingrado (1993), de obligada visión si a uno le interesa el tema.

El caso es que descubro la existencia de tal producto televisivo por medio de un sitio web en el que me cuentan de qué va el tema. Asisto, por supuesto, encantado al descubrimiento, el cual me venden como si fuera la "Hermanos de sangre" alemana, un asunto nada baladí, pues estamos hablando de la obra bélica cumbre en el medio audiovisual. Además leo también que las audiencias en el país de la Merkel han sido de unos 9.000.000 de espectadores por episodio, algo que si bien no tiene por qué ser indicativo de la calidad del producto, si que da una visión del impacto que ha supuesto. Antes de nada, y aunque el artículo no contiene spoilers significativos de la trama, sino más bien de lo que está bien o menos bien reflejado históricamente, dejo al lector el enlace a los 3 capítulos, que se pueden ver en alemán con subtítulos en castellano (de 1h y media de duración cada uno).


La historia, como he dicho, trata el punto de vista de 5 personajes, 5 berlineses amigos de toda la vida, cada uno con un papel diferente en la Alemania de su tiempo. Por un lado tenemos a Wilhelm, un teniente de infantería del ejército alemán, veterano de las recientes conquistas de Polonia y Francia, el orgullo de su familia, decidido a invadir en nombre del Führer las tierras que sea mester. Su hermano menor, Friedhelm, representa el combatiente por obligación, que ve la guerra como algo bastante distinto a un juego, sino como algo que saca lo peor de nosotros. Para acabar con el plantel de muchachos tenemos a Viktor, un judío hijo de sastre, que va a verse envuelto en todo lo concerniente al Holocausto como bien se puede uno imaginar. En el lado de las féminas tenemos a Greta, novia de Viktor, que sueña en convertirse en una artista a lo Marlene Dietrich, y a Charlotte, que forma parte del cuerpo de enfermeras que habrá en la retaguardia del ejército alemán dispuestas a estar cerca del jaleo representando el espíritu indomable de la mujer alemana. Estamos en el año 1941.

Si atendemos a la trama a priori más interesante, es decir, la que nos traslada al frente oriental, tenemos a los dos hermanos mencionados. La cosa empieza bastante bien, con el hermano pequeño antibelicista marginado por sus compañeros de fatigas, ante lo que su hermano, que es también su superior, no puede hacer nada, así como los primeros contactos con resistentes rusos bastante bien enfocados. Sin embargo, vemos que van pasando cosas y que no hay batallas, ni sensación de estar conquistando un territorio, porque prácticamente no se ven rusos, parece la segunda temporada de The walking dead, mucho cuento pero luego no muestran casi nada de la crudeza de la guerra, y así es muy complicado entrar en la historia y creértela. Si no ves las penalidades que esa gente pasa, el cómo van viendo que el objetivo de entrar en Moscú antes de navidad del 41 no se va a cumplir te resulta extraño y totalmente ajeno, porque en ningún momento aparece todo ésto, directamente se ve a los alemanes huyendo una vez llega el invierno.

Por supuesto que no estoy pidiendo que me muestren grandes batallas, al fin y al cabo esto no es HBO o Hollywood, pero sí que se agradecería alguna muestra más del conflicto, ya que vemos cómo los personajes van evolucionando por todo lo que están viviendo, pero el supuesto horror de la guerra no lo percibimos apenas, está bastante cercenado precisamente por la ausencia de rusos de la que hablo. Así que si bien nada más empezar ya era consciente que esto no iba a ser ni mucho menos Hermanos de sangre o The Pacific, sí que mi decepción es enorme, no me basta con conversaciones de nazis con otros nazis, o ver lo malos que son los superiores y lo pobrecillos que son los soldados, porque, como no se cansan de decir (hasta que nos sangran los oídos) ambos protagonistas, "la guerra saca lo peor de nosotros" y, efectivamente que lo hace, ¿pero por qué? Yo tenía entendido que los alemanes entraron en Rusia a sangre y fuego, y los rusos hicieron lo propio cuando empezaron a reconquistar el terreno perdido pero lo único que me muestran respecto a ésto es comparativamente una lágrima en la lluvia, un grano en el desierto. A pesar de ésto, la historia de los hermanos se sigue con interés y hay algunas escenas bélicas bastante bien filmadas, una lástima que falten presupuestos, sin embargo, pues hay muchos vacíos en la reconstrucción de la barbarie que sufrieron esos soldados.

Por otro lado tenemos otros relatos menos atractivos, por ser poco creíbles, estar ya sobreexplotadísimos o un poco de cada. Es el caso de la historia del judío, donde nos van a contar por enésima vez el genocidio que hicieron los nazis. Pero a estas alturas si quiero que me cuenten el Holocausto, con tantas películas que lo han representado, sólo me conformo con la excelencia, esa que me dieron "La lista de Schindler" ó "El pianista", por lo que cualquier cosa que me venga a decir la misma melodía que llevamos escuchando casi desde que somos conscientes de lo que fue la Segunda Guerra Mundial poco tiene que aportar que ya no sepamos. Aquí, tal como me imaginaba, se cae en el topicazo de la familia judía proalemana (el padre ha luchado por su país durante la Primera Guerra Mundial) en la que sólo el hijo joven ve que los nazis son malos malísimos porque los padres son tontos y ya está (no hay más explicación que sea de recibo). A pesar de ser lo visto mil veces, todavía es creíble, hasta que el muchacho, que va a ser llevado a Auschwitz, junto a una fulana polaca que va en su mismo vagón de tren, mediante una navaja de Albacete consiguen romper el suelo del vagón y deciden tirarse a las vías con el tren en marcha (¿?) con la buena suerte de resultar sanos y salvos. A partir de ahí, se unen a unos partisanos polacos antisemitas con los que emprenderán una épica aventura matando nazis, a lo Malditos Bastardos. De locos, vamos.

En último lugar, los dos personajes femeninos tienen las dos historias en las que menos cosas pasan, y son los que menos evolucionan. Aquí han sabido darle poca profundidad al retrato de cada una. Mientras Greta (la novia del judío), que no se mueve de Berlín, se dedica a hacerle favores sexuales a un señor de la Gestapo a cambio de que éste la haga una famosa cantante de radio, Charlotte se las apaña como enfermera en un hospital militar, donde pasará de niña a adulta a base de ver heridos y mutilados de todo tipo. Al final de la serie hay una escena en la que entran 6 ó 7 rusos al hospital, matando heridos alemanes a diestro y siniestro, que por lo menos me reconcilia un poco con la forma de narrar los hechos. Y en cuanto a la trama de Greta, ésta es la que nos muestra cómo se reacciona a las noticias que llegan del frente en Berlín, pero de una forma bastante superficial y liviana. Personalmente la historia de Greta me pareció la más flojita, constituyendo ésta un personaje prescindible.

En definitiva, estamos ante un producto televisivo bastante decente, con una ambientación que roza lo impecable, pero sin embargo al intentar representar los intensos años de la Segunda Guerra Mundial que vivió el pueblo alemán en sólo 4 horas y media a través de cinco personajes, al final tenemos un compendio de historias que se van cruzando para que no nos olvidemos que los personajes han tenido una relación de amistad y que van evolucionando, pero que en ocasiones resultan increíbles, hecho que unido a la superficial recreación del conflicto bélico hace que nos distanciemos de la historia, que no nos la creamos. Han buscado la simplificación de los hechos conformando un relato del estilo de Los pilares de la Tierra de Ken Follet o similar, más que el retrato que merece esa parte de la guerra tan poco llevada al medio audiovisual. 

Quien quiera ver retratado el mundo de los soldados alemanes que iban a comerse Rusia y al final se comieron los mocos, que le eche un vistazo a la mencionada al principio del artículo "Stalingrado", y quien quiera ver a la nación que iba a conquistar el mundo en las últimas, que vea "El hundimiento" ó "Die Brücke" (El puente). Aquí sí que nos ponen ante situaciones creíbles desde el punto de vista de varios personajes y abarcando un período histórico menos ambicioso. Para retratar bien lo que con "Unsere Mütter, unsere Väter" se pretendía, hacen falta por lo menos 10 ó 15 horas. Así que todo queda en eso, buenas intenciones y algo para pasar el rato, pero como defensor de la Historia que soy, he de mostrar mi decepción con este producto tal y como lo pintaban.

Parece que lo próximo que se avecina sobre la Segunda Guerra Mundial es una nueva serie producida por Spielberg y Tom Hanks, los de siempre, que ésta vez nos presentarán las batallas de aviones acaecidas en Europa desde el punto de vista de los yankis. Esperemos que, igual que ha ocurrido con esta serie, que parece los Pilares de la Tierra más que otra cosa, no les de por emular fórmulas de best-sellers como 50 sombras de Grey. Porque como eso pase, que Dios nos pille confesados.

Pero eso es otra historia.


1 comentario:

  1. ¡Conmovedora pero al final de cuentas sigue siendo dura con los alemanes! Los Hijos del Tercer Reich, desde mi punto de vista creo que es una miniserie bastante atractiva que sin duda causó algunas diferencias pues la mayoría de los críticos y espectadores creen que de alguna forma esta serie humaniza o justifica a los nazis y deja atrás lo negro de los alemanes. Lo cierto es que la serie cautivó a miles de personas y consiguió captar la guerra desde otro punto de vista; el de cinco jóvenes que empiezan siendo unas personas en 1941 y acaban siendo otras muy distintas en 1945, poseídos por el dolor y el arrepentimiento.

    ResponderEliminar

Comparte este post

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...