domingo, 10 de marzo de 2013

Panorama actual de la música

Por Jaime Samper. Revisado y editado por Conde Chócula (Aresti)

Hoy publicamos un artículo escrito por Jaime Samper. Un productor musical autodidacta que pasa su vida entre lana de roca, trampas de graves y sus monitores de curva casi casi plana. Un estudio de grabación que ha montado él mismo. Además es pianista, compositor y toca con el grupo murciano “Sirácida”. Hoy nos plantea la disyuntiva entre el paroxismo musical y su perversión en la actualidad.


Hoy os quiero hablar de algo que muy probablemente no esté dentro del orden de prioridades de muchos, ya que no se trata del hambre en el mundo, ni el panorama económico y político actual, ni tampoco de los últimos avances en investigación y desarrollo. Es algo que tiene una real importancia para cada individuo en particular con un mínimo de filia musical. La pregunta es, ¿cuál es el devenir de la música contemporánea?

Todo lo relacionado con esta pregunta nace de un desconcierto generalizado entre los que la practicamos, la creamos o sencillamente la disfrutamos. Seguro que habréis oído frases como: "antes la música molaba más" o "ya no hay músicos como los de antaño". Una pobre argumentación a esa gran pregunta que tantos nos hacemos.

Lo cierto es que la música siempre ha "molado" y siempre han habido buenos músicos entre nosotros, el problema reside en qué llega a nuestros oídos. Y es que no es casual que grandes artistas del clasicismo o del romanticismo sean glorificados en nuestros tiempos (muchos de ellos destacaron solo a título póstumo) y mucho menos es casual que hoy en día, con la "facilidad" vigente para crear y distribuir este arte, se encuentren tres diamantes entre grandiosos montones de basura.

Cualquiera puede hacer música, sí, lo acepto, por esa razón cualquiera puede hacer buena música y mala música. Seguro que hasta la mismísima chimenea de Mozart merendó una o dos piezas infumables bajo la opinión del autor. Por supuesto que "The Beatles" descartaría varios de sus "éxitos" al percatarse de que no lo eran. Y es ahí donde reside gran parte de esta cuestión.

Gracias al avance tecnológico en producción de audio, el fácil acceso a algunos de los dispositivos, y la manifiesta falta de criterio de muchos compañeros del gremio, nos estamos tragando toda esa morralla que antes se descartaba, y mucha de ella buenamente respaldada con "la pela".

A estas altura algunos estaréis de acuerdo, otros no daréis crédito y muchos seguiréis con rostro de expresión interactiva, pero lo cierto es que todos los usuarios que participamos, hemos contribuido a esta situación.

No importa si escuchas un estilo más "comercial" o más "underground", si la industria está en declive o en transformación, o si eres músico además de oyente, porque todos tenemos que replantearnos hacia donde queremos ir, en un momento histórico en el que es extremadamente difícil inspirarse y casi todo es pobremente repetido. Nos podría ayudar un debate reflexivo y no reivindicativo, abrazar y comprender a esta gran compañera que tanto sufre a veces y que no nos abandona.

Como nota personal podría añadir que si creas algo que es basura, para eso está el cubo de la basura, y si ves que alguien te deja una bolsa de basura en la puerta, no te la comas, ¿no?



Como añadidura quiero sumar mi voz al argumento que Jaime nos expone. De entre todos ellos me gustaría destacar aquel que dice que todos tenemos acceso a un  equipo de producción. Esto es cierto. Cualquier persona con una tarjeta de sonido y un programa de edición, puede producir música. Obviamente la calidad y los tiempos invertidos son cuantitativamente peores, pero si el artista es bueno y el productor amateur ha sabido hacer bien su trabajo puede que le sirva para dar el salto a un sonido profesional. Si bien el autor plantea que tanto la mierda como lo magnífico afloran, yo pienso que es un sistema que se autorregula. Si produces música mala te escucharán una vez y no más, aunque puede estar el hipster de turno que quiera crear una moda alrededor de ti por ser lo menos conocido y filosofar sobre tus obscuras y caóticas obras. Yo quiero creer que quien está en la punta de la pirámide ha llegado por su manera de pensar y trabajar y solo elige la excelencia, o en su lugar lo que más dinero produzca, porque desgraciadamente esto último es inevitable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comparte este post

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...