miércoles, 27 de febrero de 2013

HbbTV y por qué tienes que tirar tu TDT a la basura

 
¡Ah, el cine! ¡Imágenes que cobran vida! (Abe Simpson )

Y es que con aquello de poner una imagen tras otra 24 veces por segundo han surgido infinitud de formas de reproducción, mejoras, batallas mercantiles por el derecho de todo hombre a tener un monopolio, y otros asuntos desagradables a la moral, que no a la vista. Y es que cuando se trata de proyectar un producto con todas las de ganar hay que arriesgar mucho y estar seguro de tener una buena idea, o al menos mejor que las del resto. Y esto está ocurriendo con la tecnología iconográfica actual, más allá de las propias bellezas artísticas, de los intereses económicos que subyacen bajo una declaración de mejora de servicios al ciudadano y arrebato de las ladinas fechorías monopolísticas a las grandes compañías de telecomunicaciones. Os voy a contar el cuento de como la TDT resultó una estafa, o si se quiere ver de otro modo, un invento con falta de previsión a corto plazo y  el retraso de los españolitos respecto al resto del mundo primermundista.

Se va a implantar un nuevo sistema de visionado interactivo por televisión, el HbbTV. Esto quiere decir que además de ver los canales que veías habitualmente en tu televisor ahora vas a tener disponible contenido audiovisual a través de internet. Exacto, contenido a la carta, que te permitirá elegir las películas, programas de televisión y noticiaros que tú quieras. De hecho, y lo que supone una mejora sustancial a sentarse en el sofá y tragarse lo que te echen, es que al mismo tiempo que visionas un contenido podrás acceder a la información que te pueda proveer. Por ejemplo, imaginemos que encendemos la televisión y pillamos un partido de tenis a medias. Queremos saber quién juega, cuáles son las estadísticas, qué torneo están disputando, cuáles son sus logros pasados, si han regado el césped, si se han duchado antes de jugar, etc, pues desde el propio mando el usuario puede acceder a toda esa información, incluso elegir repeticiones de jugadas anteriores o lo que quiera. Esto abre un sinfín de posibilidades que ya deja a la imaginación del proveedor de contenidos la calidad de su programa y el poder que quiera dar al usuario. Según el Ministerio de Industria estás son algunas de las posibilidades que da dicha tecnología:
  • Recuperación de programas de televisión Vídeo bajo demanda (VoD)
  • Publicidad interactiva
  • Información personalizada en el televisor
  • Votación
  • Juegos
  • Aplicaciones interactivas
  • Navegación Web
  • Redes sociales, etc.
  • Así como servicios relacionados con el propio programa, como son el Teletexto y la Guía Electrónica de Programación (EPG)
Yo el mayor inconveniente que veo es la publicidad personalizada. La televisión ya no emite a cascoporro un chorro de publicidad sin tener en cuenta cuál es su espectador, ahora podría monitorizar las acciones del usuario, creando incluso cookies para saber qué contenidos acostumbra a ver, cuáles son sus intereses y ponerte publicidad adaptada a tí. Vamos, lo que hace nuestro amigo google. Sería curioso ver cómo alguien que adquiere solamente pornografía es bombardeado a anuncios de esta índole en la cena de alguna fiesta de guardar familiar. 

Hasta aquí un post que le valdría a cualquier blog que hable sobre el tema, de hecho buscando información sobre esto no hay nada más técnico que se pueda sacar. Gracias a los dioses he tenido acceso a una información dada por Televés, la empresa que se encarga de la radiodifusión en España. Si subes al terrado de tu edificio lo más seguro es que te encuentres con una antena como esta:

A mí lo que realmente me hace gracia de estas antenas y de Televés es la anterior foto que puedo extraer de un artículo suyo. ¿Alguien puede corroborar dicha afirmación mirando la imagen? Porque yo definitivamente no.

Pero a lo que vamos. La TDT (Televisión Digital Terrestre) aunaba el espíritu de crear una televisión digital de calidad, protegida ante interferencias y además con calidades de imagen y sonido muy superiores a la analógica. Hasta ahí el progreso había llegado y creo que todos estamos muy contentos de poder verle los poros de la nariz a Jorge Javier Vazquez (por mucho maquillaje que lleve). Además, junto al TDT se quiso incluir un sistema de interactividad cibernético basado en Java, lo que se llamó MHP (Multimedia Home Platform). MHP era una plataforma común para quien quisiera hacer un software de visionado interactivo. De este modo el mercado se fragmentaba, pues las aplicaciones para acceder a contenidos las podía hacer cualquier empresa competente para ello. Hubo hasta tres versiones de MHP: Uno unidireccional en el que el usuario solo podía ver lo que le ofertaban; otro bidireccional en el que el usuario podía comprar vídeo, hacer televoto, etc; y otro que proveía al usuario de acceso a internet.

Pues bien, la MHP fracasó y no tuvo ningún uso. Atendió a una simple declaración de intenciones que desaprovechan por completo las posibilidades de la TDT. Así que se decidió remar por el camino de Europa cuando en 2009 surgió el proyecto llamado HbbTV(Hybrid Broadcast Broadband TV ). Es esencial no confundir este proyecto con las Smart TV (televisiones más listas que el hambre) pues en las Smart TV es el propio fabricante quien desarrolla el sistema operativo que gestiona los contenidos y en definitiva los medios que posibilitan la interacción con el televisor. Y esto aunque en el libre mercado está muy bien visto, es un engorro para el usuario, pues la fragmentación de contenidos, aplicaciones y demás elementos crea un zurriburri que pa' qué, por aquello de las compatibilidades, de las guerras de precios, de las guerras de contenidos y como siempre en detrimento de la cordura y el bolsillo del plebeyo. Y seguro que todos conocéis casos del estilo, sólo hay que llevar nuestro ojo a ONO, o al Imagenio de Movistar, etc.  Así funciona:

En este caso el negocio se lo va a quedar Televés, que es la empresa llamada a crear una plataforma igualitaria para la televisión nacional.  Y no solo eso, además también se queda encargada de vender el receptor de TDT. Vamos, ¿un negocio redondo, no? Si se liga el software al hardware ni tan mal para la empresa que lo haga. Aunque tranquilos, seguid afilando vuestros cuchillos, pero dejad de pensar en los pescuezos de Televés porque la culpa no proviene de ellos. 

Allá por el 2008, si os acordáis, todo usuario español que quisiera ver la televisión tuvo que comprar un receptor de TDT. El estándar de televisión que usa la TDT se llama DVB-T (Digital Video Broadcasting - Terrestrial) lo que viene a ser Difusión de Video Digital Terrestre. Esto es un estándar que se encarga de distribuir las frecuencias en las que se emiten los canales de televisión y además las técnicas que se usan para dicho proceso. A este estándar España se sumó rapidamente para dar una lección a Europa de avance tecnológico y donde poner sus miras. ¿Cuál es la gran putada? Que ahora Europa exige parte de las frecuencias que se usaron en la innovadora TDT española para la LTE, lo que viene a ser 4G, la siguiente generación de transmisión de datos vía móvil que promete descargas de 100 Mbps y subidas de 50 Mbps. Esto soluciona el problema de la transmisión de contenidos en alta calidad de la televisión digital y además de datos en la telefonía móvil. Lo que viene a ser un avance en la tecnología de telecomunicaciones que Europa ha sabido prever y España, orgullosa ella, sin embargo no. 

¿Cuales son las consecuencias de esta brillante praxis? El Dividendo Digital.

Ahora España debe atenerse a una redistribución del espectro de radiofrecuencia para dejar libres las frecuencias que le exige la LTE/4G. Y si tiene que dejar libres frecuencias que usa la TDT, significa que las frecuencias de los canales de televisión actuales tendrán que redistribuirse dejando INSERVIBLES las antenas que hasta ahora estaban preparadas para recibirlas, por lo que 1.200.000 edificios tendrán que renovar sus antenas (en la anterior actualización fueron 1.500.000 edificios). ¡Demontres! Sumemos a la compra del TDT la compra de una antena. Pero afilen, sigan afilando sus navajas ya que el ministerio dice que lo que se va a hacer es un uso más eficiente del espectro electromagnético y que además vamos a pagar menos que el resto de Europa. Y esto, querido lector, es una falacia. Vamos a pagar menos por el cambio, es cierto, pero debido a que hemos hecho no uno sino dos cambios vamos a pagar más que el resto de Europa, en total un 1% del PIB, cosa de 12.000 millones de euros.

Estas nuevas antenas llamadas Boss tech, aunque nos jodan, han sido galardonadas como las mejores antenas del mercado por la revista alemana Satvision. Y es que el dividendo digital plantea algunos problemas de ingeniería. En un espectro menor se deben meter más señales y evitar que interfieran entre ellas. A modo de ejemplo recuerde el lector cuando está escuchando a Jiménez Losantos por las mañanas en Ser, antena3, Cope, esRadio y de repente escucha una misa y rápidamente tiene que mover la ruedecilla para volver al "santo". Pues bien, de igual modo ocurriría con la red LTE/4G y la TDT si se siguieran usando las mismas antenas. 

Filtro de microcavidades
Las actuales antenas son activas, esto quiere decir que cuando reciben una señal amplifican su potencia para hacerla llegar con un nivel correcto al televisor. Pero si la antena amplifica la señal de televisión también amplifica la señal de ruido o interferencia que se pueda producir con la señal de datos LTE/4G. Por ello Televés ha concebido en esta antena una serie de filtros que servirán para disminuir ese efecto, además de diseñar una antena dual pasiva/activa que no amplifica cuando la señal llega con un nivel correcto. La imagen ilustra lo que pasaría con una antena activa (antigua) y con la boss-tech (nueva):


¿FECHAS? Según José Manuel Soria, ministro de industria, la liberación del espectro se hará en enero de 2014 y se fijará un calendario X para actuaciones derivadas del plan.

En definitiva el cambio va a suponer una mejora para todos los usuarios que consuman televisión y contenidos digitales. Las reuniones de salón igual vuelven a ser lo de antes, pero sin la pantalla de plástico que se ponía delante del televisor para darle color. Eran otros tiempos, un avance tecnológico era tan sencillo como hacer eso y servía para que millones de españoles estuvieran frente a sus televisores comiendo asado en domingo y viendo la tele. Ahora nos toca pagar, pues las complicaciones técnicas son mayores y nuestro políticos más tontos. Pero todo sea por sacar al hijo huraño de la guarida y dejarle decidir qué mierda ver en la tele con su querida familia.


Por Conde Chócula (Aresti)

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