miércoles, 21 de noviembre de 2012

Fallos históricos en películas


Las películas históricas son, o por lo menos, deberían ser, un espejo en el que poder mirarnos, un medio audiovisual sobre el que poder aprender, con más o menos objetividad, y por supuesto de manera entretenida, un determinado suceso histórico, un conflicto, o directamente una ficción ambientada en una época. En este post voy a centrarme en el cine épico, un cine que se caracteriza por la superficial distinción en buenos y malos, sin dotar de ningún debate interno a los personajes. O te caen bien o los odias. Todo al servicio del  desastre espectáculo. De las películas que voy a hablar hay algunas, que aunque históricamente los guionistas con sus perversas y hollywoodienses mentes hayan cambiado a su antojo, son buenas, otras son dignas de recibir un vistazo por el espectador, y otras directamente malas. Sin más dilación, demos el pistoletazo de salida y sumerjámonos en este enjambre peliculero.

 [Atención, esta entrada contiene SPOILER]

-Gladiator

Es una de las películas recientes de Ridley Scott que de verdad son buenas. Está ambientada en la Roma de finales del siglo II d.C., y trata de las luchas de poder que se producen tras la muerte del emperador Marco Aurelio. El protagonista, Máximo Décimo Meridio, que es declarado por el propio Aurelio como su sucesor, en detrimento de su hijo Cómodo, es mandado asesinar por este último. Sin embargo, Máximo consigue escapar de su fatídico destino, y cuando descubre que Cómodo ha mandado asesinar a su mujer e hijo, es cogido por unos traficantes de esclavos que lo convierten en gladiador, y ahí empieza su épica aventura en las arenas de diferentes coliseos hasta alcanzar su venganza, como él jura y perjura a Cómodo : "En esta vida o en la otra".

En cuanto a los errores históricos, aparte de los ya consabidos de gente con pantalones vaqueros, un señor con un botellín de agua, otro con un reloj, etc. , no os podéis perder el de esta demencial y simpática bombona, que queda al descubierto tras la caída de la primera cuádriga en la escena mítica del Coliseo de Roma.


Por otro lado, tenemos un fallo importante al principio de la película cuando Máximo comanda las legiones de Marco Aurelio hacia la batalla definitiva contra los germanos, que supuso la limitación de fronteras entre Roma y los pueblos bárbaros de más allá del Rhin, pues hasta entonces no estaban muy claras. Pues bien, tras la excelente batalla, vemos que el campamento romano estaba totalmente al descubierto, no hay ningún tipo de fortificación, algo impensable para la tremenda máquina militar de la época que eran las legiones.

Para finalizar, hablaré sobre la concepción que se da sobre uno de los personajes principales: Cómodo. En la película empieza siendo el receloso hijo del emperador y cuando se entera que su padre va a entregarle la corona de laurel imperial a Máximo en vez de a él, no duda ni un segundo en estrangularlo, y acto seguido ordenar matar a Máximo, el héroe atormentado que no quiere ser Emperador. Vamos, que Cómodo (excelentemente interpretado por Joaquin Phoenix, por cierto) es la mismísima encarnación del mal, cada vez que aparece sólo dan ganas de odiarlo, y no tiene ni una cualidad buena, ni siquiera es bueno luchando, pues incluso un Máximo herido de muerte acaba con Cómodo luchando en la arena. Sí, así, con ese tacto tan peliculero puso el guionista al emperador de Roma a luchar contra un gladiador esclavo. Digno de aplaudir, vaya. Entonces es cuando uno abre un ilustrante libro de Historia y descubre que todo lo que aparece en la película es falso sobre este personaje. Cómodo nunca mató a su padre, Marco Aurelio murió según dicen unos de peste, y según dicen otros por comer una manzana en mal estado, pero nunca por obra y gracia de su hijo. De hecho, Cómodo fue un emperador querido por el pueblo y gobernó durante 10 años.

-El Patriota

Película protagonizada por Mel Gibson y dirigida por Roland Emmerich, autor de lindezas como "2012", "Soldado Universal" o "Godzilla". Está ambientada en la Guerra de Independencia de Estados Unidos (1775-1783), un período convulso en el que las 13 colonias, asfixiadas ya por las constantes subidas de impuestos de la metrópoli londinense, optaron por rebelarse en armas para ser libres y crear un Estado Democrático. Lo de democrático es, obviamente, muy entrecomillado, puesto que ni los habitantes de raza negra ni las mujeres gozarían de derecho a voto. En el marco de la película, Gibson interpreta a Benjamin Martin, un terrateniente de Carolina atormentado por su pasado belicosero, y que en los tiempos que corren solamente desea cuidar y educar a sus hijos. Con el estallido de la guerra y la muerte de uno de sus hijos, busca venganza y forma con un grupo de mercenarios un comando de guerrilla que atosiga al ejército británico de la zona. Así, se convertirá en todo un auténtico patriota de los nuevos Estados Unidos de América, uno de los primeros héroes americanos.

 Para empezar, el personaje de Benjamin Martin está copiado de Francis Marion, un oficial que combatió en la Guerra de los Siete Años ( en América del Norte el conflicto fue entre franceses e ingleses, con indios de un bando u otro). En la película, el personaje que interpreta Gibson asegura que los trabajadores que tiene en su plantación no son esclavos, y está atormentado por haber acabado durante su juventud, en dicha guerra, con un pelotón de soldados franceses él solito. Esto no es lo mismo que hizo Francis Marion, quien sí poseía esclavos, y no acabó con un pelotón de franceses, sino con poblados enteros de indios. Y es que, en una película en la que los malos se dedican a matar a los hijos del protagonista y a sus seres queridos en general, el protagonista no puede ser un vulgar violador de vírgenes indígenas poseedor de esclavos negros. Sería demasiado.

Pues bien, la película a la hora de trasladarnos la Guerra de la Independencia lo hace con más o menos solvencia, en líneas generales correctamente, con una buena ambientación. Sin embargo, la historia se ve un tanto alterada, puesto que nos muestran una batalla, la de Camden, que transcurrió en 1780 y fue una gran derrota para los rebeldes, como si fuese la tónica general del conflicto, y nada más lejos de la realidad, puesto que los ingleses a pesar de su buen comienzo, poco a poco fueron estando escasos de recursos al estar a  unos 10000 km de las islas británicas, y eso se tradujo en derrotas que decantaron la guerra para los colonos. Os dejo un vídeo de la batalla, en la que los ingleses derrotan en un segundo a los inútiles colonos americanos, ante la mirada de Benjamin Martin y su hijo.


Pero el fallo más garrafal que se puede observar en el Patriota es la batalla final, en la que Martin toma la bandera de los trece estados y, en un alarde de épica cámara lenta se lanza como un poseso sobre sus enemigos británicos alcanzando una gran victoria. La batalla en cuestión fue la del Palacio de Justicia de Guilford, y el problema histórico, que fueron los británicos los que ganaron esta batalla y no los rebeldes. ¿Por qué la gente hace estas cosas? Eso me gustaría saber a mí.

-El reino de los cielos 

Película también de Ridley Scott, que nos presenta el mundo de las Cruzadas durante la caída de Jerusalén. Orlando Bloom interpreta a Balian de Ibelin, un herrero francés que ante la llegada de su padre, acompaña a éste a Tierra Santa, convirtiéndose en caballero cruzado y señor de Ibelin. A través de los ojos de Balian vivimos los últimos años de una Jerusalén en poder cristiano.

El principal fallo de la película es, como viene siendo habitual, el posicionamiento entre malos y buenos. Los cristianos son unos bárbaros desalmados que sólo buscan la destrucción de los musulmanes, guiados por los designios de Dios, mientras que los musulmanes son unos desdichados dirigidos por el general Saladino, que ante las insistentes provocaciones de los cristianos, y en contra de su pacífica voluntad, decide atacar Jerusalén. O eso es lo que nos cuentan en la película, al menos, puesto que en realidad Saladino desde que adquirió un mínimo poder su único objetivo fue unificar a todas las tribus musulmanas de los alrededores de Palestina, para conseguir un ejército con el que acabar con la presencia cristiana en Oriente Próximo.

Y otro fallo que le encuentro yo al film es la presencia de Orlando Bloom. Muchas féminas pedirán mi muerte al decir esto, pero el bueno de Orlando es un tirillas. Que sí, que engordó 10 o 15 kilos para meterse en su papel de fornido caballero cruzado, pero el que vea la película no verá un hombre rudo como hubiese sido en la época, sino una suerte de Legolas, que en vez de disparar con vista de elfo y hacer surf con escudos, es una especie de mesías reencarnado. Es un tío que domina todas las artes que existen en la vida y tiene las mejores cualidades que se puedan ver en una película, lo cual hace menos creíble si cabe su personaje.


-Troya

Quién no conoce la historia de la Ilíada y el famoso truco del Caballo de Troya. Esta adaptación de la obra de Homero fue famosa por su famoso reparto, con Brad Pitt haciendo de Aquiles a la cabeza, al que se le unen, entre otros, Eric Bana como Héctor, Peter O'Toole como Príamo, Orlando Bloom de Paris o Diane Kruger de Helena. 

Según cuenta la homérica leyenda, la clave de que los griegos no conquistaran la ciudad de Troya fueron sus altos muros, casi inexpugnables. No obstante, en la película, en el momento en que se baten Menelao y Paris para conseguir la mano de Helena, los troyanos, prudentemente, ponen a todo su ejército a las puertas de la ciudad. Por si esta temeraria maniobra fuera poco, los griegos deciden no quedarse atrás, y en el momento en el que atacan contra las fuerzas troyanas, me es imposible localizar alguna torre de asedio, un ariete, una escalera, algo con lo que asaltar los muros, esperando a que apareciese el sereno de Troya. Igual estaban sobrevalorados los muros y todo, muros en los que por cierto, se sitúan los arqueros troyanos que parecen poseer no arcos, sino MG's 42 alemanas. No he visto una escabechina igual con arcos en una película. Todo esto lo podéis ver en el siguiente vídeo.

                                  

-El rey Arturo

Enésima adaptación de la leyenda artúrica, dirigida por Antoine Fuqua (más conocido por Training Day), y protagonizada por Clive Owen, que da vida a Arturo, y Keira Knightley, que interpreta a Ginebra. En esta ocasión, tenemos a un Arturo con unos 30 años, en la época de la Caída del Imperio Romano (siglo V d.C.) destinado a la defensa del Muro de Adriano, durante la progresiva retirada de los romanos de la provincia de Britania. Arturo, junto con unos compañeros de armas, entre los que figuran el Lancelot más cutre que yo recuerde, se dedican a evitar las constantes pillerías que ejercen los salvajes pictos (habitantes de la actual Escocia, no romanizados) más allá del muro. En este contexto, llega a las costas escocesas una nueva amenaza, los sajones, que vienen sólo con un propósito: destruir. Ante ésto, Arturo y los pictos unen fuerzas para enfrentarse a sus enemigos en una última batalla.

Si bien la idea de que Arturo sea un romano en una Britania abocada al desastre, y que tenga que unificar a los cuatro gatos que quedan contra los nuevos invasores no es mala, la película pierde seriedad en cuanto ves que los nuevos Merlín y Ginebra son pictos. Merlín es un sacerdote picto que no puede comunicarse con Arturo (pues no hablan el mismo idioma), cuando el Merlín de la leyenda era el maestro y mentor de Arturo,  es el que le conmina a sacar la espada de la mítica piedra ( hecho que por cierto, no sale tampoco en la película). Ginebra, por su parte, es una señora picta con la cara y el cuerpo pintado, que ahora lucha con dos espadas, despedaza a sus enemigos, y va casi en cueros a las batallas, con el fresco que haría por esos lares. El guionista no se conforma con esto, sino que encima los Caballeros de la Mesa Redonda son sármatas.

Pero patadas a la leyenda artúrica aparte, es un tanto efectista que la batalla final se conciba como un todo o nada. Es decir, llegan los sajones, y si no los derrotan los cuatro pictos que hay por el Muro de Adriano, ¿en el resto de Britania no vive nadie o qué? Porque esa es la sensación que deja la película. Si el concepto que se trata en la batalla no es gran cosa, menos es la escenificación de ésta, en la que pasan cosas sin sentido, como que el jefe sajón manda a un escuadrón entero de hombres a cruzar el muro sin saber qué habrá al otro lado. Si bien se han hecho sacrificios de unidades en batallas a lo largo de la historia, éste no tiene ni pies ni cabeza. Si no me creéis, ved el vídeo, donde las primeras tropas sajonas caen rápidamente como chinches.


Por último, me gustaría hacer una aclaración. En esta lista las películas de las que hablo es porque las he visto, con lo que seguramente hay varias que todavía no he visto y con destrozos históricos de mayores proporciones. Algún día volveré a hablar de películas históricas, pero esta vez centrándome en  el Kirk Douglas de Espartaco y su descomunal destreza en el arte de meter barriga.

Pero eso es otra historia.

7 comentarios:

  1. Según tengo entendido el nivel de social de los gladiadores estaba a la misma altura que el de las prostitutas (al menos con el trato cercano fuera del espectáculo), así que es poco probable se rebajara a combatir con uno de ellos.

    Pero tío: " Me llamo Máximo Decimo Meridio, Comandante de los ejercitos del norte, general de las regiones Fenix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada y alcanzaré mi venganza en esta vida o la otra".

    A esa frase se le perdona todo.

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    1. Efectivamente, señor Carrión, a esa frase se le perdona todo. Historia del cine puro y duro.

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  2. Iba a hacer un comentario alabando el post, pero me limitaré a descojonarme con la siguiente frase: "Algún día volveré a hablar de películas históricas, pero esta vez centrándome en el Kirk Douglas de Espartaco y su descomunal destreza en el arte de meter barriga".

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  3. Para el reino de los cielos, un fallito histórico importante es el tema de confundir templarios y cruzados.
    En la pelicula, cada señor tiene a sus vasallos con sus emblemas, pero Reinaldo de Châtillon, que se casa con la hermana de Balduino y se convierte en rey tras su muerte, en resumen el malo, lo ponen de jefe de los templarios ( las tres ordenes militares monásticas eran: templarios, hospitalarios y teutones, estos últimos ni aparecen en la peli)
    Los caballeros templarios, eran en su mayoría monjes, no se casaban, por lo tanto, los vasallos de Reinaldo de Châtillon deberían ser cruzados, es decir caballeros, vasallos y mercenarios que iban a tierra santa dirigidos por algún señor para defender el cristianismo,en teoria, hacer fortuna, mas posible,

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    1. Sí que es verdad, don José, que los templarios parecen ser una fuerza multitudinaria y que los únicos caballeros que hay en Jerusalén pertenecen a esta orden. Sin embargo, el que se casa con la princesa Sibila es Guido de Lusignan y no Reinaldo.

      Pero vamos, que en la película no hacen distinción entre caballeros y templarios, eso está claro.

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    2. En cuanto al Reino de los Cielos me parece que te has dejado varias cosas: las diferentes Órdenes Monásticas, como bien ha apuntado jose hernandez, el hecho de que Reinaldo de Chatillon en realidad fue un enemigo acérrimo de los templarios, que los templarios y hospitalarios fueran los más firmes defensores de la paz (frente a los más belicosos caballeros seglares que llegaban año a año (como Guy de Lisignan)) y que eso mismo les valió acusaciones de traición y conversión al Islam, la salud y la edad del rey leproso, que por aquel entonces era solo un niño al que le quedaban enteros únicamente el torso y la cabeza, etc. En cuanto a la constitución física de los caballeros, me parece de menor importancia, si bien es cierto que debía contarse con gran fuerza física para llevar una pesada armadura (como las del siglo XIV), no debía ser tan importante a la hora de llevar una cota de malla de 25 kg, peso que se reparte por todo el cuerpo. De hecho, la constitución física de las tropas debía variar considerablemente, vale que los nobles se dedicaban a la guerra, pero como en todos lados la genética y no la profesión es lo que determina que unos sean más altos, más bajos, más rollizos o más enclenques. Que todos podemos ejercitarnos y desarrollar más o menos músculos, pero creo que eso lo verían como algo secundario y se centrarían más en la técnica y las habilidades que en la fuerza en si (pues para fuerza ya ejercía bastante el caballo con el que cargaban). Es más, no se si has visitado algún museo de armas, pero las mismas armaduras del siglo XIV indican que la estatura media de la gente, incluso los nobles, era menor que la actual y con no demasiada masa muscular. O al menos esa es la impresión que a mi me dió tras ver las corazas del Alcázar de Toledo.
      Edd

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    3. Sí que es cierto que la gente era más baja y puede que sin demasiada masa muscular. Pero estamos hablando de un muchacho que lleva TODA su vida ejerciendo de HERRERO, y digo yo que si estás toda tu vida pegando martillazos a hierros y trajinando con fraguas al final se notará. Recordamos que según la película Balian no es ningún noble, a eso me refería. Que los nobles medievales se dedicasen a comer más que a guerrear eso es ya otra historia.

      De todas formas, muy buen apunte lo de las diferentes Órdenes y el disparate que se comete con ciertos personajes, especialmente con el rey Balduino.

      Muchas gracias, igual que te he dicho en el de Juego de Tronos, con lectores así da gusto.

      Un saludo, Edd.

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