martes, 1 de enero de 2013

El abismo fiscal estadounidense.





El diseño de los presupuestos federales de éstos últimos años en Estados Unidos han tenido mucho movimiento. Mientras nosotros andábamos pensando en como disfrutar del año nuevo sin que la palabra "crisis" se pronunciase ni una sola vez en toda la noche, toda una serie de señores trajeados se miraban fijamente con los ojos achinados, sin parar de beber café, para intentar explotarse la cabeza los unos a los otros. Mientras escribo ésto están saliendo las noticias de como se piensa evitar, ya que la política estadounidense no puede estar trabajando más al límite: EE.UU caerá en el abismo fiscal automáticamente en el 2013 si no se toma ninguna medida para contrarrestarlo.

¿Qué es el abismo fiscal y por qué surgió?

 

En su primera legislatura, hace ya diez años, el antiguo Presidente George Bush, al ver que la economía de su país estaba de capa caída, creó una serie de medidas para poder reactivar el crecimiento. Bajó los impuestos y aumentó el gasto del Estado. Eso tuvo mucho sentido si sigues la teoría económica básica: para contrarrestar los ciclos económicos perniciosos del capitalismo, el Estado debía endeudarse en los periodos de recesión y para después ahorrar en las épocas de auge. Lo que provoca algo que a los políticos, votantes y periodistas a veces les cuesta comprender: si en algún momento bajas los impuestos para contrarrestar una situación, más tarde o temprano vas a tener que volver a subirlos. En España hemos tenido nuestros propios momentos de bochorno cuando todos se sorprendieron de los aumento de impuestos y la disminución del gasto estatal después de todas esas medidas deficitarias que aprobó Rodríguez Zapatero (ese cheque bebé...).

En definitiva, EE.UU aprobó unas medidas que hinchaban la economía con fecha de caducidad, porque como bien sabemos los europeos no se puede vivir de inflación y crecimiento de la deuda eternamente. El abismo fiscal significa la vuelta al estado anterior a todas esas medidas, por lo que necesariamente ha de traducirse es una reducción de gasto y un aumento de los impuestos. Aplicando un poco de racionalidad económica, los legisladores terminaron imponiendo un límite en el 2012, en el que si no se llegaba a un pacto se aplican esas medidas inmediatamente. Por eso todo el mundo tiene tantas prisas, si no se acuerda nada se aplicarán unas políticas de corte bastante duro (con aumento directo de impuestos para todos, disminución el apoyo a varios programas sociales, disminución de sueldos a funcionarios, etc).

El problema es que, aun sabiendo que tienen que recortar, Republicanos y Demócratas no se ponen de acuerdo donde. Los primeros apuestan por la reducción del gasto a través de disminuir el presupuesto en programas sociales, intentando no tocar los impuestos en la medida de lo posible, sobre todo el de las rentas altas (en acorde con su tradicional perspectiva neocon). Los Demócratas, por el contrario, quieren centrar la solución del problema en un aumento de los impuestos, principalmente sobre las rentas más altas, intentando mantener y hasta potenciar los servicios proveídos por el Estado (Obama todavía está dando vueltas con el intento de Seguridad Social pública y gratuita que prometió crear). Además de que siempre está la posición de corto plazo que incita a procurar a toda costa que el rival quede lo peor posible, como un derrotado político que ha tenido que ceder antes las posiciones del contrario, pase lo que pase y al pijo con todo.

Termine como termine, es una magnífica idea que Estados Unidos meta el freno en su crecimiento (se pronostica que el Estado pasará de tener una tasa de crecimiento positiva a una ligeramente negativa), lo que quizás le meta una patada al consumo y haga crecer el paro, pero también evitará que se salga de la crisis a través de burbujas y economía artificial. Aunque también puede usarse de excusa para cargarse el Estado de Bienestar, por norma bastante débil en ese país. Todo será cuestión de donde se meta el hachazo.

Mi opinión es que habría que quemar directamente cualquier medida que propongan los Republicanos; o que ostias, directamente a los Republicanos (pero eso porque soy un comunista masón europeo). No obstante, con el control de el Parlamento por parte de los mismos no creo que sea factible. Lástima.

En cualquier caso, ahora que os he explicado someramente que es el abismo fiscal, os recomiendo que sigáis  al menos por encima esta cuestión en las noticias, porque tiene cierta relevancia para la economía española. Europa esta muy ligada a Estados Unidos y ,a espera de que los chinos tomen el relevo, sigue siendo la primera economía mundial, por lo que un debilitamiento de su crecimiento supone un varapalo para la economía de todos los países. España no necesita más restricciones a sus importaciones o a su emisión de deuda. ¡O quizás si! Ya total, un clavo más en el ataúd que va importar. Eso ya a gusto del consumidor.



Monsieur le Tupé.

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